Nuevo equilibrio de fuerzas
Cuando desaparece un astro, se establece enseguida un nuevo equilibrio de fuerzas. Cuando desaparece una persona, se recomponen los juegos de sentimientos que nos relacionan con los demás para formar un nuevo orden que sustituye al anterior.
¿A quién le afecta una muerte más o menos? A cuatro o cinco vidas, como mucho. Y a no pocas de ellas el nuevo equilibrio puede resultarles beneficioso. Tras el dolor de una viuda puede venir la liberación de una mujer maltratada o la posibilidad de un amor que sustituya a una relación sin él. Tras la desolación de unos hijos puede encontrarse un mañana sin la opresión de un tirano. El que muere puede dejar paso a un compañero más atractivo, a un jefe más accesible, a un vecino menos molesto. Quién sabe si la persona que viene a sustituir al fallecido no será la que nos salve de una vida de días monótonos y redundantes.