Algunos personajes
Un ejemplo
Lida
Era una mujer de una belleza tan bestial que, más que cohibir, atosigaba. Como un ruido grande borra otros sonidos o una luz potente difumina los colores, era innegable que la presencia de una mujer como aquella en una reunión distorsionaba las razones de los asistentes, porque no era posible mirarla sin sentirse atraído ni mirar a otro lado sino a fuerza de voluntad.