Fragmentos

Un ejemplo

 

Por un plato de garbanzos

 

Occidente ya no es lo que era, señor Presidente –dijo al cabo–. Su capacidad de seducción ha perdido fuelle. Asómese a la ventana del Ministerio del Interior y mire la capital de su Estado, a ver qué ve. Y no lo digo por el humo de los incendios, ni por los tanques que sirven de juguete a los niños, ni por el olor a cadáver en descomposición. Lo digo por las putas. Las calles de Nógdam están llenas de putas. Hay más putas en Nógdam de las que permite su régimen de libre competencia. El número de putas por cada mil habitantes es un buen indicador del estado de la economía de un país. La esposa, las hijas y hasta la madre de cualquiera puede estar entre esas putas que están haciendo la calle por un plato de garbanzos. Asómese, Alrisod, a ver si reconoce a alguna mujer de su familia.